martes, 16 de septiembre de 2014

Ser hipocondríaca

Según dicen ser hipocondríaco es como ser fumador, nunca dejas de serlo. Yo sería como una ex-hipocondríaca con riesgo de reincidir, como un ex-fumador.
Hace unos años cualquier dolor, molestia o sensación extraña me hacía entrar en pánico. Porque siempre pensaba que tenía algo terrible.
Cuándo empezó? no lo sé, pero ya de chica cualquier molestia en la parte derecha de mi abdomen me hacía pensar que tenía apendicitis, y claro pánico absoluto a ser operada. Como en esa época no existía el Google, me valía de lo que escuchaba, que si una amiga fue operada, que si no sé quién también, y de esa manera conocía los síntomas. Porque para un hipocondríaco los síntomas lo son todo. Y ahí es donde se atan cabos que ni siquiera son cabos. Por ejemplo, una amiga operada de apendicitis decía que no se podía poner en cuclillas, conclusión: a cada molestia estomacal, yo probaba ponerme en cuclillas.
Con internet todo cambio, ahora cada dolor o molestia se 'googlea', y eso es grave, porque claro sale cada cosa increíble.
Según dicen, los hipocondríacos suelen ir mucho al médico, bueno ese síntoma yo nunca lo tuve, es que a mí se mezcló con la fobia a las agujas, bisturís, y bata blanca. Con lo cual sufría mis temores en silencio, si alguna vez llegué a ir al médico, pánico a la máxima potencia y además no confiaba en los resultados. Por ende dejé de ir.
A algunos les parece gracioso, pero es verdaderamente horrible, el pánico que se siente y la convicción de tener algo grave, es espantoso.
Al principio dije que soy ex-hipocondríaca, y es verdad, por suerte son pocas las veces en las que me puedo asustar o buscar alguno de mis síntomas en internet. No fui al psicólogo, mi marido fue mi psicólogo.
Un hipocondríaco sabe de enfermedades casi más que un médico, de síntomas y demás. Mi marido es todo lo opuesto a eso, no sólo no sabe, sino que no le interesa en absoluto. Su falta de atención fue mi curación. Suena raro, y tampoco quiero que parezca que mi marido no se interesa por mí, pero minimizar mis malestares, y darle poca importancia me hizo bien. Además me hizo pensar y llegar a entender la razón de todo esto, que claro cada uno tiene un desencadenante, el mío al parecer es la atención recibida cuando estoy enferma, y como él hacía todo lo opuesto, consiguió que dejara de necesitar sentirme mal.
Escribo esto porque habrá mucha gente con este problema, y casi todos te dicen que no se cura. Que no tiene solución. Yo digo que sí, insisto está latente, pero ahora no soy presa del pánico constante por un dolor de cabeza, ya no creo tener un tumor, ni leucemia cuando estoy cansada.
Quien lea esto y desconozca la enfermedad dirá, que exagerada!, pero es inconsciente, no lo buscas, sale solo.
No soy ejemplo de nada, pero quiero creer que todos merecemos vivir un poco mejor, y quienes sufran esto deben saber que si quieren pueden, y que hay muchísimos profesionales con herramientas para ayudarlos. Si bien yo no fui a un profesional, sé que es una forma de intentar solucionarlo. Vivir con miedos no es vivir, es sufrir.

6 comentarios:

  1. HOLA, me he reido con algunas frases escritas, pero sé que hay personas que de verdad sufren de hipocondria y los que no lo somos nos parecen exageradas sus reacciones, si por mucho que uno se cuide las enfermedades forman parte de los humanos, hace poco hablaban de una pelicula que trataba del tema. Siempre es interesante leerte y no he escrito porque la vida es llena de altibajos, pero ahi vamos adelante. Gracias por haberme hecho reir.Me hizo tanta gracia eso de ponerte en cuclillas, jajajajajaj.
    saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Norma, esperemos que los altibajos ahora anden por la parte alta. Me alegro que te hayas podido reir, más teniendo en cuenta si no estabas en el mejor momento. Te juro que me ponía en cuclillas, iba al baño para que no me vieran obvio!!! Saludos!!!

      Eliminar
  2. se perfectamente de lo que hablas,ojala yo pudiera decir que soy una ex, se sufre muchisimo ,no todo el mundo lo entiende,y ademas agravado con la ansiedad que te crea,yo no creo que me cure nunca,enhorabuena si tu lo has logrado

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Llegar a ser ex no fue fácil, y como digo siempre puedo reincidir, ojalá puedas encontrar la forma de no sufrirlo tanto, algo como lo que yo conseguí. No soy especialista pero a mi me ayudó saber de dónde venía el origen. Y otra cosa que hago es prohibirme buscar síntomas en internet. Es difícil contenerse pero no es imposible, a veces peco igual, pero hay que intentarlo. Yo te entiendo perfectamente lo de la ansiedad, noches llorando sin que nadie entendiera cómo podía pensar esas cosas. Es muy feo pero como todo en la vida hay que intentarlo. Ojalá lo consigas tu también. Besos.

      Eliminar
  3. Entonces no he sido la única!!!
    Hubo una época, recién fui madre por primera vez, que me atacó un miedo atroz de morir o enfermarme teniendo ya una hija y tan pequeñita.
    Así que cualquier dolorcito era casi que el síntoma de una enfermedad catastrófica en fase casi terminal.
    Llegué a tener dos servicios médicos (hoy en día es prohibido, solo se puede tener uno), asi que iba de un médico a otro consultando por lo mismo y encima, con hermano médico en casa, pues juntaba todas las opiniones y las sometía a un diagnóstico familiar.
    Los exámenes clínicos me los hacía en dos laboratorios distintos por si alguno de ellos se equivocaba...
    Todo éso desapareció por sí solo pero entonces mis miedos se los trasladé a mis dos niñas porque no podían decir que les dolía una uña, que ya estaba yo dramatizando (y aún a veces caigo en la tentación!).
    No te cuento cómo fueron mis embarazos: que si mi bebé iba tener espina bífida, que si labio leporino, que si Sindrome de Down... mi ginecólogo, que también fue profesor de mi hermano en la universidad, lo llamó y le dijo que por favor escondiera todos los libros de Obstetricia que estuvieran a mi alcance porque si no me enloquecía yo se enloquecía él.
    Ahora me rio pero si, se pasa fatal!
    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Imagino que con un bebé los miedos deben ser miles, no quiero ni pensarlo. Lo de hacerte exámenes en distintos laboratorios es tal cual, ya pasé por esa época también y ahí fue donde dejé de ir al médico. Y me puedo imaginar perfectamente que si tu hijita tiene fiebre ya estarás pensando lo peor del mundo, debe ser tremendo.
      Yo también me rio pero es muy duro y se pasa mal, porque claro para todos somos unas exageradas y les parece que no hablamos en serio, pero claro para quien lo padece es muy difícil. Por suerte estoy mejor y espero no reincidir pronto. Abrazos y besos!!

      Eliminar