lunes, 20 de julio de 2015

Lo confieso, soy muy mala haciendo y conservando amigos

Tengo varias excusas para explicar el por qué de tener pocos amigos, o el por qué de la corta relación con alguno de ellos.
Pero creo que la razón es que no sé conservarlos, yo no soy de esas personas que cuidan a sus amigos, mi marido sí lo hace y es el tipico Roberto Carlos (con su millón de amigos).
Hoy en Argentina se celebra el día del amigo y si estuviera ahí tendría poca gente con la que celebrarlo.
Tampoco tengo demasiada gente con la que celebrarlo aquí en España. Ni bien llegué tenía muchísimos más amigos que ahora. Si no empiezo a dar excusas o explicaciones sino quien me lea va a pensar o que me como a mis amigos o que soy malísima persona, así que iré a fundamentar esta situación no sin decir que sé que tengo problemas para hacer amigos.
En Argentina conservo a mi amiga del barrio, mantengo un contacto por internet (muy escaso) y cuando viajo nos vemos aunque sea una vez. La realidad es que para jugar juntas de chiquitas estaba bien, incluso cuando ella es 3 años más grande que yo, pero ahora nuestros caminos son muy diferentes, ya nos pasó de adolescentes que nos separó, pero yo siempre quise mantener aunque sea una pequeña unión por los recuerdos bonitos de tantos veranos juntas.
Mis amigas de la escuela se reducen practicamente a una, y a una taaan especial que no sabría cómo explicar lo especial que es, sin dudas es un genio, esas personas de inteligencia superior pero que jamás te lo harán sentir.
Mi grupo de amigas de la primaria es el mismo de la secundaria, quedamos seis chicas y luego eso se redujo a 4, de esas 4 sólo me veo con la anteriormente mencionada como genio. Las otras dos sé algo de ellas pero poco y nada. Convengamos que no colaboró el venir a 11.000 km.
Luego en la universidad hice amigos, pero cuando dejé mi primer carrera también los perdí, nunca más contacté con ellos.
En mi primer trabajo también hice amigos, pero también perdí el contacto.
En España ni bien llegué tenía compañeros de trabajo con los que nos habíamos hecho muy amigos, pero cada uno acabó en una parte distinta del país y al final perdimos contacto. A veces hablo pero muy poco.
También me había hecho una amiga muy pegada, pero demasiado posesiva, hasta que se puso de novia y bueno dejamos de vernos.
Así fui perdiendo distintos amigos, incluso los que había hecho por carta.
Salvo los amigos que hizo mi marido acá, yo no tengo otros amigos.
Los descuido muchísimo lo sé, pero a veces pienso que tengo mala suerte, porque si yo no llamo tampoco veo que ellos me llamen a mí. En fin no me voy a quejar porque como dije más arriba sé que es un problema mío. No sé dar con la gente, quizás el problema venga de que siempre tuve amigas más grandes que yo, y con la gente de mi edad generalmente no cuajo y claro lo más grandes también tienen otras cosas (hijos, trabajo, etc).
Mi trabajo tampoco colabora, me he hecho amiga de muchas alumnas, pero siempre está el esta es mi profe, no me ven realmente como una amiga. Y compañeros de trabajo no tengo, bueno si conzoco a otros profes pero no son mis amigos, son colegas.
Así que ahí estoy yo, sin amigos. Tampoco me quejo porque sé que soy responsable de esta situación.
Quizás algún día cambie o no, quizás sea mi forma de ser. Creo que todos vamos evolucionando y a mí me pasó de no poder conservar ciertas amistades dada la diferencia en la evolución de cada uno. Quizás ahora que estoy más mayor consiga encontrar amistades más estables, me gustaría, pero bueno tampoco me esfuerzo.
Llevaba tiempo sin escribir, porque escribir sin tener de qué hablar no me parecía justo para quien me leyera, y hoy medio me inspiré por el tema del día del amigo. Espero no haber aburrido a nadie.