Fútbol Argentino: Cuando la pasión es sinónimo de barbarie

En mi adolescencia era una hincha muy fanática de mi club al que seguía por todo el país, sabía formaciones enteras de equipos de todo el mundo. Conocía historia y origen de clubes. Estaba al tanto de todo, incluso me había ganado el respeto del sector masculino, que en Argentina es muy reacio a que las mujeres sepamos entender el fútbol, repetí hasta el cansancio la regla 11 (el offside), puesto que parecía ser la prueba de conocimientos a pasar. Cada vez que compraba el diario deportivo (Olé) aguantaba chistes del tipo "que linda le compra el diario al novio" de parte del vendedor, al punto de pedirlo a domicilio para no soportar estas estupideces.

Todo esto ocurría hace más de 15 años, y ocurría dentro del machismo de una sociedad que heredó mucho de los italianos. También ocurría en un contexto de violencia que tenía a mi madre presa del miedo cada vez que yo iba a la cancha/estadio. Un miedo que en el fondo yo también tenía después de haber visto muchas muchas cosas en los alrededores y dentro de la cancha/estadio. Tuve que correr, aguantar gases lacrimógenos, protegerme de las piedras que tiraban los rivales, alejarme de las peleas constantes dentro de la misma barra brava. Mi conexión con mi club era enorme, vivía ahí conocía a los jugadores y a los empleados, éramos un grupo de adolescentes que íbamos a la pileta/piscina del club como si fuera un club de barrio, porque lo era, es el club de mi barrio, pero que claro es un club muy grande y muy famoso.

Sabía que las barras dejaban las banderas en el club, lo sabía porque las vi con mis propios ojos, podía decir perfectamente donde estaban, si lo sabía yo evidentemente lo sabía más gente. Además de banderas era obvio que dejaban otras cosas para así pasar el control sin problema, ya que todo lo que ellos necesitaban estaba dentro del estadio.

Lo que pasó ayer en el partido entre Boca y River es tan triste, indignante y vergonzoso. Todo el mundo se hizo eco de lo ocurrido, en México piden que sirva de ejemplo para que no ocurra allí. En España no pueden entender que tardaran 1 hora y media en suspender el partido!!! No sé si ya me volví española al 100% pero yo tampoco lo puedo entender, qué esperaban??? Incluso recuperándose los jugadores esto es algo que no se puede dejar pasar así como así.

Me parece horrible la actitud de muchos (no todos) los jugadores de Boca al alinearse para jugar!!! Qué querían demostrar? que ellos sí tienen huevos!!! Claro que huevos tienen jugar contra un rival al que unos desgraciados dejaron ciegos!!!! Eso no son huevos eso es repugnante, no repudiar lo que hicieron esos "hinchas" es lo peor, casi más grave que la misma agresión, sumado a saludar a la hinchada que quedaba (por cierto los verdaderos hinchas ya se habían ido) eso ya es la guinda del pastel.

No soy ni de Boca ni de River, si esto lo hubiera hecho la hinchada de mi club estaría igual o más indignada.

Esta situación es insoportable, no puede una sociedad seguir teniendo este tipo de comportamiento y que encima haya defensores que digan que es parte del folclore!!!

El fútbol es un grandísimo negocio, además de un entretenimiento, es una pasión sin dudas, pero nunca debería estar avalada la agresión en nombre de la pasión.

Es hora de que estos sinvergüenzas dejen de llenar portadas de periódicos mundiales. Es hora de que el fútbol argentino sólo se llene de gloria y de una rivalidad respetuosa.

Pero no sólo por parte de las barras bravas, esto tiene que venir de arriba también, de las dirigencias y los poderosos. Que un caso como este tarde una hora y media en suspenderse es desastroso. Que a día de hoy se estén planteando quién es el culpable sigue siendo un desastre. Que no se sepa si hay que suspender o no el estadio, es otro desacierto.

Leí un comentario de alguien que decía que el Liverpool por un incidente similar estuvo 2 años suspendido de jugar en cualquier competición.

Yo creo que sería la solución, una buena lección a tiempo. Pero claro es Boca y Boca es igual a muchísimo dinero, y no me sorprendería que este partido se termine de jugar, porque es dinero.

Y así seguiremos en medio de una barbarie disfrazada de pasión.