viernes, 21 de noviembre de 2014

Lo latino y lo sajón

No soy sociologa y tampoco investigué lo suficiente, sólo lo que ven mis ojos y lo que escuchan mis oídos.
Viviendo en Argentina la gente mira mucho hacia Europa con nostalgia y hacia Estados Unidos con admiración.
Viviendo en España se mira al resto de Europa y en especial a Alemania con cierta envidia o admiración, aún no lo comprendo bien al sentimiento pero es algo así.
Cuando leo blogs de gente que vive en Noruega o en Reino Unido o en Holanda, todo parece idílico, es como si la corrupción no existiera, como si la crisis económica no la hubieran notado,y como si todo fuera casi perfecto.
Es cierto que mucha de esta gente que leo son latinoamericanos asentados en Europa, y supongo que ellos ven las cosas con más admiración contrastandolo con sus países de origen.
España contrastada con Argentina tiene muchas cosas de esas de "primer mundo" pero tiene otras que contrastada con países sajones parece de "tercer mundista", especialmente en el tema corrupción y transparencia en el gobierno.
Pero lo más curioso es que la famosa crisis económica europea afectó mayoritariamente, y con más fuerza a los países de origen latino, Italia, Portugal, España, Grecia, y hasta me animaría a incluir a Irlanda que más de una vez me han dicho que son los latinos que hablan inglés.
Y si vamos más allá nos encontramos con los mismos problemas de corrupción, inseguridad, falta de educación, falta de respeto a las leyes en la mayoría de países latinoamericanos.
Ojo esto no va con intención de agredir a nadie, es una reflexión.
Me pregunto siempre por qué somos así? por qué no podemos ser como los otros? por qué no podemos imitarlos (por ejemplo en educación)?
Yo no digo que sean perfectos, pero si tienen cosas buenas que los hacen crecer y avanzar, por qué no lo intentamos?
Vendrá en los genes? será cultural? (me inclino por esta última), lo dije arriba no soy sociologa, pero me intriga muchísimo que países occidentales tengan estas diferencias tan abismales que los hacen ser a unos más fuertes que a los otros. Es que acaso está hecho con esa intención?

lunes, 10 de noviembre de 2014

Tener o no tener hijos, esa es la cuestión



Este será un post difícil de escribir pero como escribo lo que siento, aquí vamos.
Hace unos años me encontraron una enfermedad común en las mujeres, endometriosis. Esta enfermedad es la causa número uno de infertilidad femenina. Mi caso no es de los graves, y según dicen es probable que pueda tener hijos, pero ningún médico se la juega a asegurarlo al %100, todos dicen que es cuestión de probar. Y tooodos me recuerdan que no me puedo pasar de los 35 años para tener un hijo, aclarando que hay que empezar a intentar a los 34.
Mi angustia desde el día que me lo dijeron fue espantosa, sentía que me ponían límites para tomar semejante decisión. Para cualquier mujer que siempre soñó con tener hijos igual no es taan grave tomar esta decisión, pero para mí que no lo tengo claro es muy angustiante. Si bien es cierto que la edad límite que me dan es bastante lógica, no sólo por mi enfermedad, me resulta asfixiante, claro en un poco más de un mes tendré 33 y será mi último año para tomar esta decisión tan trascendental (nunca mejor dicho).
La verdad a día de hoy no me veo con un niño, no sé no lo veo como algo bonito, lo sigo viendo como una tremenda carga, como que me quita libertad, como que dejo de ser yo y paso a ser sólo alguien que cuida de otro ser. Por todo esto no quiero tener un hijo ahora, siento que tener esos sentimientos me harían una mala madre. Creo que soy demasiado egoísta pero a la vez sincera conmigo misma, si siento eso prefiero no tener un hijo porque sí, quiero tenerlo si realmente siento que es algo que quiero de verdad.
Ahora mismo lo veo más como una imposición social que como algo que quiero hacer.
Perooo, y si mi arrepiento?? eso es lo que no me deja en paz, la sensación de arrepentirme y que se haya pasado la fecha límite y ya no haya vuelta atrás. Mi marido me dice que siempre se puede adoptar, y yo toda la vida dije que todos deberíamos tener un hijo propio y otro adoptado para sacar de los orfanatos a miles de niños que sufren tanto y no tienen familia. Pero son locuras mías y tampoco sé si sería capaz de ser consecuente con mis palabras. Adoptar me parece un acto de amor muy grande (tener un hijo obvio que también) pero por otro lado pienso y si me arrepiento de no haber estado embarazada? digamos de pasar por todo el proceso y tal.
A mí los nenes no me llaman la atención, nunca les juego, diría que hasta me molestan, hay nenes que me caen mal y todo (habla una profesora, pero no ejerzo en colegios por obvias razones), no sé a mí un bebé  no me enternece, a mí me enternece un perro!! Si, quizás suena duro, pero estoy siendo 100% sincera, por eso me planteo que quizás no es lo mío, y por qué no? quizás no todos tenemos que ser padres. Pero lo curioso es que atraigo a los niños, es increíble me caen mal y los atraigo!!! Muchos alumnos están fascinados conmigo según sus padres, incomprensible o no, yo los trato como adultos y creo que eso les encanta, no lo hago por quedar bien, me sale así, me molesta tratar a niños como bobos, no me sale, no sirvo.
Leyendo esto diréis que debería ir a un psicólogo jajajaja quizás no lo sé, pero soy una persona que le da vueltas a su interior y busca respuestas y soluciones por sí misma, claro a veces no lo consigo.
Espero que el año más que voy a cumplir aclare mejor mis ideas, me ayude a ver las cosas de otra forma y a entender lo que realmente quiero. Hoy no me veo con hijos, pero quizás mañana si?

 



miércoles, 5 de noviembre de 2014

Hoy se cumplen 11 años de mi llegada a Madrid



Un 5/11/2003 aterrizaba en Barajas un avión de Easyjet que me traía de Londres, si mal no recuerdo salí desde Gatwick.
Al subir mi compañero de asiento decidió abrir una lata de cerveza que explotó y empapó todo el asiento, salpicándome. Este mismo señor, que tendría unos cincuenta y pico años, empezó a hablar conmigo (por ese entonces 21 años) y me ofreció su piso en Madrid, me podía quedar en su casa ya que su familia estaba en Valencia. Nunca me quedó claro si este hombre iba a quedarse también en el piso o no, mejor no pensarlo.
Al llegar a Barajas estaba asustadísima, sin papeles y con temor a preguntas. Por si acaso me había sacado pasaje de ida y vuelta porque mi vuelta a Buenos Aires era desde Londres, no vaya a ser que pensaran que me quería quedar.
Lo más sorprendente fue que me sellaron el pasaporte sin preguntarme nada, básicamente ni me hablaron. Pero con mi pasaporte sellado un guardia civil que se encontraba más adelante me dijo: "Bienvenida gallega", esta intriga me dura hoy 11 años después, nunca supe por qué lo dijo.
Cuando salí al hall no había nadie esperándome, así que decidí que mi enorme maleta de 23 kilos no podía acompañarme en la aventura de saber qué hacer. Pregunté en información y me recomendaron dejarla en taquillas pero que me diera prisa que se ocupaba rápido. Tal cual, la mía fue la última y tuve que casi pelearme con más gente para conseguirla. Al ser la última y como era de esperar, se encontraba arriba, si sí tuve que subirla, la maleta pesaba 23 y yo pesaba 42, nunca lo olvidaré.
De ahí ya más liviana, me recomendaron ir a la Puerta del Sol (que por cierto no tiene ninguna puerta), llegué casi de noche, me puse a buscar un lugar donde quedarme, paré en un hotel muy cerca de Sol. Y tuve la ducha más placentera de mi vida, estaba tan agotada que jamás me olvidaré de esa ducha y esa cama.
Al día siguiente empezó mi búsqueda de alojamiento, pero eso quedará para otro momento.
Hoy es un día raro, especial para mí. Es cuando empezó todo. Y lo recuerdo de una manera muy extraña.
Sentimientos encontrados pero recuerdos muy nítidos, quedaron como grabados a fuego.
Hoy 11 años después mi vida es totalmente distinta y espero que siga este rumbo de mejoría. Hay decisiones que cambian tu vida, esta fue una de ellas. 


 



lunes, 3 de noviembre de 2014

La obsesión por comer sano

Últimamente parece que el comer sano está de moda. Cada día veo más y más artículos hablando de los alimentos alcalinos, de lo mala que es la leche, de lo terrible que es comer harinas, el veneno que es el azúcar.
Creo que cada vez somos más conscientes de muchas cosas, y también cada vez nos venden más productos químicos o alterados químicamente. Pero también creo que vamos por un camino un poco extremo, el camino de la obsesión.
Las modas a veces pueden ser buenas, en este caso creo que podría serlo.
En un momento se puso de moda no comer gluten, a modo dieta o algo así. El gluten no es bueno para los celíacos, pero si no lo eres no tendría por qué afectarte.
Las harinas refinadas parecen ser lo peor que te puede pasar. No digo que sean sanas, pero todo en su justa medida, seis kilos de pan al día no serán buenos para nadie, pero un trocito tampoco va a ser trágico.
No soy nutricionista ni experta en alimentación, no quiero dar consejos ni opinar sobre alimentos cuando puedo estar equivocándome. Mi opinión está relacionada con los extremos. El dejar de comer harina, gluten o azúcar así porque lo dicen en la tele.
Yo casi no como azúcar, y si como es azúcar de panela. Pero como muchas cosas que tienen azúcar de por sí, por ejemplo un trozo de bizcocho o una galleta.
Esta obsesión por la alimentación sana me afecta, me hace preguntarme todo el tiempo si lo que como estará bien. Siempre tuve una inclinación a comer sano y natural, pero últimamente me siento como invadida por esta corriente.
Para mí no es una moda, y si lo es, hablamos de una moda que me dura ya 14 años. La influencia de esta tendencia se hace notar, imagino que no soy la única e imagino que habrá gente que se acaba de subir al tren.
No sé cuánto va a durar y cuán beneficioso puede ser. Para mí los extremos son malos y este quizás también lo sea.
Es difícil distinguir lo bueno de lo malo cuando las opiniones vienen cruzadas. Hay que ser medio detective para discernir la información que vale y la que no.
Si escribo esto es porque hoy leí algo que me pareció justo lo que buscaba, decía que en realidad no hay que prohibirse comer cosas, hay que comer más medido y tratando de que lo que comemos sea lo más sano posible, pero comer harinas igual o azúcar, hasta que el mismo organismo deje de pedirlo. Porque es casi peor vivir con el deseo reprimido. Y esto también me recordó a una alumna que fumaba embarazada porque el médico le dijo que en su caso era peor la ansiedad que le daba no fumar que el fumar en sí.
Alguien más se siente invadido por esta corriente de alimentación sana y natural?