martes, 28 de octubre de 2014

Se puede ser positivo todo el tiempo?



Hace poco leía un comentario que hablaba de ser positivos, de pensar en las cosas buenas que tenemos. Este comentario venía a raíz de un suceso inesperado (y desagradable al parecer) y había hecho pensar a quien lo escribió la importancia de disfrutar de los momentos y de la vida.
Cuando lo leí, sentí la misma necesidad, quería poder hacerlo, poder ser positiva y disfrutar de cada momento porque no sé cuál puede ser el último verdad?
Todo esto suena fantástico, suena a vida bonita y feliz. ¿Pero, es real? Yo creo que no, creo que muy pocas personas pueden conseguirlo, y ya no hablo de ser feliz, hablo de ser positivos todo el tiempo. En mi caso por mucho que lo proponga siempre algo se entromete, el trabajo principalmente, la cantidad de tareas para hacer en una cantidad ínfima de tiempo. Esas cosas no me permiten disfrutar de otras porque son responsabilidades.
Me gusta mi trabajo, me gusta enseñar, pero si a eso le sumamos todas las labores secundarias, hacen que mis días sean eternas jornadas laborales.
No creo que sea la única, entonces me planteo cómo hacen esas personas que dicen ser positivas todo el tiempo, que dicen ponerle una sonrisa a la vida y disfrutar constantemente.
Creo que el tipo de vida que llevamos no nos permite disfrutar de los momentos como si fueran los últimos. Lo siento pero me resulta imposible disfrutar de un viaje en autobús lleno de gente, con mal olor, con calor, aplastados. Yo puedo poner la mejor de las caras, pero si pienso que ese puede ser mi último minuto en esta vida, vamos que me mato antes de morir.
Nos ponemos esas metas de disfrutar, ser felices todo el tiempo, pero quién puede cumplir eso?
Antes pensaba que la gente con dinero, que no necesita trabajar es quien realmente puede hacerlo, pero luego me di cuenta que tampoco es así.
Y por otro lado me pregunto, ¿tenemos que ser felices y disfrutar cada minuto? no creo que sea taaaan necesario, la vida tiene cosas buenas y malas, si te tocan varias malas seguidas entonces qué pasa, dejamos de vivir? y si te toca todas cosas buenas, acaso las vas a vivir pensando que es el último minuto? que horror no!
Desde chica siempre pensé que nos las arreglamos demasiado mal organizando cómo funcionar en el mundo, siempre me plantee el tema de ir al colegio tantísimos años, luego al trabajo, es como si quisiéramos mantenernos entretenidos todo el tiempo, quizás sea para no pensar realmente en ese último minuto.
A veces veo la forma de vivir que tenemos y pienso en los viajes en avión, si suena raro pero voy a contar lo que me explicó alguien que trabaja en aeropuertos. Esta chica me dijo que todo lo que ofrecen en el avión, en viajes largos, es para entretener al pasajero, si digamos que nos dan de comer para que tengamos algo para hacer y no nos desesperemos, te entretienen con las instrucciones de seguridad (así te olvidas del despegue), te entretienen con la comida, con las pelis, con anuncios y ventas varias, con desayunos, todo para no darnos cuenta de lo mucho que falta para llegar.
A mí eso me recuerda a la vida, nos entretienen con la escuela, con el trabajo, y realmente no llegamos a darnos cuenta de que estamos viviendo.
Posiblemente no sea la persona más indicada para hablar sobre ser positivos, pero a veces creo que una dosis de realidad no está mal. Mi dosis de positivismo la intentaré poner también, pero no puedo dejar de lado las cosas que aunque no me gusten tengo que hacer.
¿Alguien más siente esa presión sobre ser positivos?
 






domingo, 26 de octubre de 2014

Quiero que sea otoño, o mejor dicho que lo sea de una vez!

Es increíble me gusta más el verano que el invierno. Me gusta la simplicidad de vestirte con una camiseta y un short. Me gusta el sol y los días más largos, la gente en la calle, el no estar toda doblada de frio, el poder caminar a cualquier hora, obviamente las vacaciones. Sin embargo soy calurosa, en verano no puedo llevar el pelo suelto del calor que me da. Pero aún así me gusta el verano.
La primavera también pero por cuestiones de salud (léase alergia o alegría como le dice mi mamá) cada vez me gusta menos :(
Este año el verano tardó bastante en llegar, a finales de junio no llegué a ponerme sandalias, apenas usé mis vestidos, y mucha ropa de trabajo de verano se quedó sin usar. Esto fue porque el verano llegó con todo a mediados de julio y yo doy clases hasta finales de junio.
Empezó septiembre un tanto raro, algunos días calor otros lluvia, y octubre pintaba igual. Fuimos a la playa en el último fin de semana de septiembre y pasamos frio y lluvia.
Y ahora a 26 de octubre hace un calor casi diría insoportable. Desde hace unos diez días la temperatura no baja de 27 grados y la verdad no es normal.
Todo esto viene a cuento de que noto que quiero que sea otoño, es como si me lo pidiera el cuerpo. Mi mente está como preparada para que ahora haga fresquito y no 27 grados. Es como si me tentara estar tapadita, con un suéter gordito, algo abrigado, tomar algo caliente y no derretirme en el intento.
Ver las hojas de los árboles caer, los colores del otoño que son preciosos.
Tengo ganas de otoño, tengo necesidad de fresquito y hasta de lluvia.
Hoy me encontré 'maldiciendo' porque había un sol radiante!
Quiero un día de esos que hace en Londres o en el resto de Europa donde ya la gente va con ropa de invierno.
Y lo más loco es que cuando eso ocurra echaré en falta los días de sol y calor.
Somos seres totalmente inconformistas.


domingo, 19 de octubre de 2014

Dia de la madre en Argentina

Hoy es el día de la madre en Argentina, aquí en España se celebró el día internacional por el cáncer de mama.
Para los que tengan curiosidad, en Argentina el día de la madre se celebra el 3er domingo de octubre y en España se celebra el 1er domingo de mayo.
Dejando la parte informativa, pasemos a lo emotivo. Estar lejos y celebrar el día de la madre se hace raro, llamas a casa y felicitás a mamá pero mucho más no se puede hacer. Es más o menos lo que ocurre con los cumpleaños a la distancia. Quizás sea lo más duro de estar lejos, esa falta de momentos especiales en familia.
Nunca fui una persona a la que le gustara juntar a la familia y celebrar, pero desde que estoy lejos casi se convierte en necesidad.
Antes digamos que odiaba la navidad en familia, ahora la extraño (echo de menos) horrores. Esos momentos en los que se junta toda la familia y se hablan tonterías, estando cerca no tienen casi sentido, es aburrido y molesto, estando lejos añorás ese momento de reunión, ese encuentro familiar.
Hoy me gustaría estar ahí con mi mamá, que además hizo ñoquis mi plato favorito!!! y más favorito cuando los hace ella, aunque voy a ser sincera mis verdaderos ñoquis favoritos los hacía mi abuela, y mi mamá los aprendió de ella, asi que le anda cerca :)
No soy mamá y tampoco sé ni tengo claro si algún día lo seré, hay gente que pone al ser madre en un pedestal, las catalogan de heroínas, no niego que haya madres así pero creo que la mayoría son seres normales que hicieron grandes esfuerzos por criar a sus hijos.
Mi mamá es una mamá especial, si ya sé todas lo son, pero la mía es de esas mamás raras, poco comunes. Mi mamá es escritora, ama los animales (pasión que heredé) y tiene el don de una extrema sensibilidad, mi mamá sufre por los demás como poca gente lo hace. Y me enseñó a ver que no todos tuvimos suerte en esta vida, yo no aprendí mucho mi hermana por suerte sí y ayuda a mucha gente.
Mi mamá es una mamá rara, me pidió malas notas en el colegio a cambio de helados, me enseñó malas palabras (si las dice y las digo todo el tiempo), nunca me enseñó a cocinar porque nunca se lo pedí. Me llevó a talleres literarios desde chiquitita, al San Martín, a todos los teatros de Buenos Aires, a las bambalinas, a conocer a los actores, a mi mamá le encantaba jugar con nosotras de chiquitas.
Lo pienso ahora y después de haber escuchado tantos borradores de obras de teatro, debería escribir mejor pero bueno no todos tenemos el don de la escritura.
No voy a enumerar todo lo que mi mamá hizo por mí, porque hay una cosa que hizo por mí que resume todo, me dio libertad. A pesar de su dolor por tenerme lejos, me dio libertad, me dejó elegir, me dejó hacer lo que yo quisiera.
Gracias a la libertad yo elegí todo lo que quise, nunca hice nada presionada por mis padres, dejar carreras, empezar otras, irme del país, casarme con quien quise. Todo lo que hice lo hice con libertad.
Si estás leyendo mami, gracias por dejarme elegir, gracias por toda la creatividad y alegría que tuvo mi infancia.
Feliz día a todas las madres!

miércoles, 8 de octubre de 2014

Cuando todo se hace mal, llegó el ébola

Mi indignación nunca fue tan grande, la sensación de impotencia, la rabia por no entender cómo se puede ser tan idiota y hacer tantas cosas mal.
Empezando por traer enfermos terminales a morir a un país no preparado. Era necesario? yo creo que no, creo que hubiera sido más útil con el dinero de la repatriación, meter medios en Africa para atender allí a estos pacientes del mejor modo posible y además ayudar a otros pacientes. No, claro mejor lo traemos a una ciudad de 9 millones de habitantes superpuestos (esto no es Africa, no son aldeas alejadas, en un mismo bloque pueden vivir 100 personas o más).
Si en algún momento hubiera existido la posibilidad de salvar a los misioneros, no me hubiera importado, pero traerlos a morir, porque esto se sabía ya que estaban en la fase final, qué necesidad? quedar bien con la iglesia?? hacernos los solidarios o los mejores no sé no entiendo.
Acto seguido a este primer fallo que se veía venir, se contagia una persona y qué hacen cuando la mujer llama porque se siente mal? le dan Paracetamol!!!! vuelve a llamar y la mandan a su centro de salud!!! (más personas en contacto y encima enfermas) y para empeorar esta mujer se presenta a una oposición (examen para ser funcionario, en este caso auxiliar de enfermería) y está en contacto con 20.000 personas!!!!
No hubiera sido mejor advertir a quienes trataron a los pacientes que estuvieran en un seguimiento semi-aislado? Yo no sé nada de salud y protocolos, pero desde luego tengo más sentido común que quienes están llevando esto.
Pero los fallos no han quedado ahí, al llegar con más síntomas sigueron tratandola sin protección, tanto en la ambulancia como en la urgencia del hospital donde sólo pusieron un biombo.
Ahora el colmo de los colmos llega con la orden judicial para asesinar a su perro, y aquí ya no puedo más de la furia, esto es el clásico "es sólo un perro". Yo tuve perro y tengo mascota, y para mí son parte de mi familia, cuando mi perro murió fue como un familiar, la depresión, el llanto desconsolado, ese animal me acompañó de vacaciones, durmió en mi cama, me acompañó estando enferma, me acompañó mientras estudiaba. Era parte de mi familia, y entiendo que el marido de la mujer contagiada esté angustiado y desesperado por salvar a su perro. Un ser inocente, igual que su mujer y él mismo, que quizás no esté contagiado, al que van a matar/asesinar (eutanasiar suena como leve) porque es más fácil? todos los expertos mundiales dicen que no lo hagan, que sería una oportunidad para saber qué podría pasar con los animales y hasta incluso poder encontrar una cura, pero no acá somos así de bestias y matamos al pobre perro.
Ponerlo en cuarentena, hacerle pruebas y después decidir qué hacer con el. Pero claro como este circo no podría ser más desastre, fueron a buscar al perro a una casa supuestamente contaminada, y no fueron con los medios adecuados!!!
Ya más allá de pedir la dimisión de la ministra de sanidad Ana Mato, pido un poquitito de cordura, apenas algo de sentido común. Porque desde luego están demostrando que sólo importa la política, la salud de la gente y los animales les da lo mismo.
Alguien puede dar una orden clara? Alguien podrá poner orden a este caos? Y especialmente alguien podrá dejar de lado el tema político y velar de una vez por todas por los habitantes de este país?

Para terminar y por si estos craneos políticos no lo han tenido en cuenta, por si no era suficiente con la crisis económica, un país que su principal motor es el turismo, se han planteado de qué viviremos ahora? digo porque a quién se le va a ocurrir viajar al único país no africano con ébola.
Vamos que nos metieron en un lío grande y sin necesidad, que sí que el ébola podía llegar solito con los inmigrantes o con lo que sea, pero traerlo a casa así y abrirle las puertas no creo que fuera necesario.

lunes, 6 de octubre de 2014

Hay gente que no sabe viajar en metro

Estoy cada día más convencida en redactar algún tipo de manual para el viajero de metro ( y de autobús también). Entre la gente irrespetuosa y los que parece que nunca viajaron en tren, es inexplicable las complicaciones que generan. Para algunos pasan inadvertidas por completo, pero para mi que viajo unas 5 horas diarias y cambio de linea unas 6 ó 7 veces, esas complicaciones me entorpecen gran parte de mi día.
Primer problema: la gente que se sube y no avanza, es decir suben y ahí se quedan en la puerta, si uno viene medio corriendo y están por cerrar las puertas, termina empujando a esta persona que encima te toma de grosera, pero es eso o quedar afuera por este/a indaptado/a.
Segundo problema: la gente que decide no sentarse y quedarse en la puerta, no al costado, sino en medio. Uno cree se baja en la próxima, no no, yo he visto casos así que se bajaron como a las diez paradas, el problema es que todos los llevan por delante y entorpece la salida de la gente.
Tercer problema: aglomeración en el hueco entre asientos, me refiero al espacio entre las puertas, todos se quedan ahí, se yo me quiero poner delante de alguien que va sentado no puedo, conclusión hay asientos vacíos donde no llegas a sentarte.
Cuarto problema: la gente que escucha música sin auriculares, lo llamo música solidaria, pasa que en mi caso me desagrada muchísimo este tipo de solidaridad.
Quinto problema: gente que va hablando a los gritos entre ellos o por teléfono, similar al cuarto problema, no quiero escucharlos ni me interesa.
Quinto problema: señoras de entrados años que corren verdaderas carreras por llegar a un asiento, las entiendo pero no hay necesidad de clavar estacas o hacer zancadillas.
Sexto problema: gente que te va leyendo tus cosas y encima opina, si tal y como leen, a veces corrijo exámenes o cosas por el estilo y la gente va y opina, incluso me han opinado la nota que merecía algún alumno.
Séptimo problema: la gente que no es amiga del baño y en verano se hace notar.
Octavo problema: señores que viajan con un pony entre las piernas, con esto me refiero al clásico señor (joven o no) que decide sentarse con las piernas lo suficientemente abiertas como para que un pony quepa allí, conclusión me invaden mi espacio.
Noveno problema: no veo mal que la gente se intente ganar la vida cantando o vendiendo cosas, pero por favor controlar el volumen.

Por cierto lo de amontonarse en la puerta pasa también en el autobús, las puertas están en el medio, con lo cual los asientos de atrás suelen ir vacíos pero nadie puede pasar por el tapón humano.
Ahora mismo no recuerdo más cosas, quizás cuando vuelva a casa después de viajar en metro recuerde alguna más.